La soledad está mal vista. Eso lo sabemos. Y más ahora con la presión de internet hacia los contactos, los amigos, las redes…. Y la verdad es que esa es la que no nos debería preocupar, porque mejor estar en soledad que en compañía que no nos aporta nada de nada, ¿no?
Pero hay que reconocer que alguna vez nos pasa que estamos en soledad, aunque no queramos. Una ruptura sentimental, los hijos que se van de casa, la vejez… Son circunstancias que nos llevan a sentirnos solos. Y esa es la soledad que no mola, la que no se busca, esa en la que se siente el vacío de los que sí te importan, de los que sí merecen tu compañía y tú la suya.
Bueno, pues la solución, como para casi todo lo que el Ciclo Evolutivo de la vida nos trae, es prepararse. Sabes que tus hijos van a volar, sabes que te llegará la vejez y que probablemente te quedes solo o sola… pues aprende a disfrutar de tu soledad, cultiva tus aficiones (ten aficiones), aprende a relacionarte más allá de tu círculo social inmediato, aprende a viajar en soledad… en definitiva, conócete bien y ten un plan de aprendizaje y de crecimiento que no se acabe y que sea solo tuyo, independientemente de los planes y proyectos que tengas en común con tu pareja o tu familia.
¿Por dónde quieres empezar?
#ungestocambiatuvida
