Cada vez tengo más familias con hijos e hijas de entre 7 y 10 años que me presentan problematicas muy relacionadas con lo que en principio tendría que ocurrir más tarde. Me refiero a las reinvindicaciones tipicas del adolescente, como salir con los amigos, tener su movil, elegir su ropa… e incluso su ¡identidad sexual! Estamos en la preadolescencia.
Los padres y madres sienten demasiado pronto que sus hijos se distancian emocionalmente de ellos, no les ha dado tiempo a asimilar que crecen. No voy a entrar en las causas de ese aparente aceleramiento de etapas evolutivas, porque eso da para otra pildorilla. Me centraré en hacer que esta etapa, acelerada o no, sea lo suficientemente nutriente emocionalmente hablando para vuestros hijos. Eso evitará conflictos posteriores.
Os voy a dar DOS consejos a seguir:
– Hacer que vuestros hijos confíen en vosotros. Deben tener la confianza de que acudir a vosotros en busca de consejo y ayuda es buena idea. Esto se consigue ESCUCHANDO. Y escuchar es entender, hacer de espejo SIN JUZGAR. Si nos cuenta que se ha peleado con un compañero en clase, dejar de decirle “lo que tendrías que haber hecho”… pregúntale cómo se siente con lo que ha pasado y qué alternativas, si las hay, podría haber escogido en el caso de que el resultado actual no le guste. Y así con cualquier cosa. Deben tener la certeza de que se os puede contar todo sin escepción.
– Ir modificando las responsabilidades, límites y normas en casa conforme va aumentando la edad. Nos parece que entre los 7 y los 10 no hay mucho. Pero lo hay. A nivel neuronal hay bastande diferencia, por lo que tanto exigencias como privilegios han de evolucionar. Escuchar sus necesidades y dialogar sobre las posibilidades que hay. La flexibilidad es la clave.
Y ahora tocaría deciros que no olvidéis que vosotros fuisteis adolescentes también y que os acordéis de esa etapa y vuestras necesaidades. Pero es algo que yo al menos ya no digo en mis terapias porque frecuentemente me encuentro con la respuesta de “yo no era así” o «si yo hubiera hecho eso a mis padres…”. Es mejor que os pongáis en la tesitura de conocer a vuestros hijos, de descubrir con ellos el tipo de persona en la que se están convirtiendo de manera que se puedan compatibilizar el autoconcepto ideal y el real.
#ungestocambiatuvida
