¿PROBLEMAS CON LAS MATES?

Hay niños y adolescentes que se pegan luchando con las mates toda su vida académica hasta que se las pueden quitar de encima cuando eligen hacer un grado o un bachiller social, por ejemplo.

Las causas pueden ser varias (en esta pildorilla hablo de algunas de ellas: https://youtu.be/JsFtu6xhJW8). En muchas ocasiones se trata de mal profesorado, ya que es una asignatura que no es fácil de enseñar. Pero otras veces tiene que ver con un trastorno que se llama DISCALCULIA.

La discalculia es un trastorno del desarrollo que solo afecta a las habilidades aritméticas, por lo que no solo afecta a las clases de mates, sino a otras facetas de la vida como el aprendizaje de la hora, números de teléfono, etc. En el resto de asignaturas y habilidades el rendimiento puede ser normal incluso muy bueno

Su causa se sabe que no es de un déficit sensorial ni una enfermedad. Aunque a veces se puede dar con otros trastornos como la dislexia o el TDAH.

Por eso es importante hacer un buen diagnóstico de todas las destrezas cognitivas del niño, para saber si son las relacionadas con las habilidades aritméticas las únicas que sufren un trastorno.  

Se nota desde Infantil, pero el diagnóstico no debería hacerse hasta segundo de primaria.

La intervención debe ser muy temprana. Pero ojo, nada de poner a los niños a hacer cuentas y más cuentas. Se trata de trabajar:

  • La memoria de trabajo
  • Las funciones ejecutivas
  • La atención
  • Coordinación visomotriz
  • Orientación espacial
  • Razonamiento

Cada niño tendrá necesidad de incidir más o menos en uno u otro aspecto.

Hay programas informáticos para trabajar estos aspectos, como Cognifit, Nummerus, The Number Race, Rescue Calcularis, Elfe and Mathis… Dejar que el niño juegue un rato todos los días con alguno de estos programas le motiva y han demostrado ser bastante efectivos.

Por otro lado, en el aula también hay que hacer ciertas adaptaciones curriculares individuales no significativas:

  • Dejarles más tiempo para terminar un examen.
  • Dejarle contar con los dedos
  • Leerle los problemas para asegurarnos de que los entiende
  • Dejarle las tablas de multiplicar en papel.
  • No preguntarle en público, ni sacarle a la pizarra, ni dejar que otro compañero le corrija los ejercicios
  • No devolverle los ejercicios corregidos en rojo.

Por último, mi recomendación tanto para casa como para el cole es no enfadarse cuando se equivoca, su autoestima ya está bastante justa, hay que tener en cuenta que es tradicional que se del sesgo cognitivo de que a los y las que se les dan mal las mates son más torpes. Nada más lejos de la realidad.

#ungestocambiatuvida   

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