A casi un 10% de la población le pasa que cuando cambia la estación, se deprimen. Se llama Trastorno Afectivo Estacional. Normalmente es cuando llega el otoño, o la primavera, por aquello de que “la sangre altera”, pero hay una parte de ese 10% que se deprime justo en verano.
Hay personas a las que el calor no les gusta y el hecho de que los días sean más largos les trastoca sus biorritmos y lo pasan mal. Se ponen irritables, nerviosos, tienen ansiedad, desánimo, falta de apetito, no duermen bien… Y en cuanto empieza el fresquito, se les pasa.
Lo peor de que te pase en verano es que nadie te entiende. Todo el mundo está feliz de poder bañarse en la playa, terracear hasta tarde, tener vacaciones… y tu estás fatal. A la depre estacional hay que añadirle el sentimiento de culpa que te genera todo el que pretende convencerte de que el veranito es genial.
Bueno, pues no te sientas mal, que, como ves, no eres la única persona en el mundo a la que el verano le produce depresión.
Solución: aire acondicionado en casa. Ya sé que no es una medida muy económica en estos momentos en España, pero es la mejor terapia, créeme.
#ungestocambiatuvida