Es curioso cómo algunas mamás terminan siendo unas verdaderas maltratadoras psicológicas intentando ser todo lo contrario.
Te voy a dar unos tips para que lo evites:
- Ahórrate las regañinas que sobran. A los enanos hay que educarles, sí, pero si estás todo el día echando broncas, al final ni te escuchan o terminan creyendo que son lo peor. Lo mejor es hacer que sufran las consecuencias de sus actos, como ya he explicado muchas veces en otras pildorillas
- Deja de criticar por todo. Es mucho mejor decirles lo que está bien que recordarles todo el rato lo que está mal. Si sigues machacando por todo, al final te tendrán miedo.
- Dedica tiempo de calidad. No se trata de mucho, se trata de bueno. Y bueno es que se sientan aceptados, escuchados y amados.
- No caigas en el chantaje fácil. Hacer sentir culpables a los hijos es superfácil. No lo hagas. Consigue lo que quieres a base de hacerle sentir bien. Pero, ojo con la frasecilla “¿lo ves? Si cuando quieres…” o “tú sabes hacerlo mejor” Eso es terrible y se le quitarán las ganas de repetirlo. Es mejor mostrar aceptación absolutamente incondicional y alegría cuando las cosas van bien.
- Si ves que tus hijos te tratan mal, fuera de la edad de la adolescencia, es que algo han aprendido. Revisa cómo los tratas, porque ellos aprenden más de lo que ven que de lo que les dices.
Y si no entiendes nada o te ves incapaz de cambiar ciertos hábitos, no dudes en pedir consejo profesional.
#ungestocambiatuvida