Todos educamos como podemos. Incluso los que tenemos una profesion como la mia, que se supone que te da los instrumentos necesarios para hacerlo bien, metemos la pata cada dia 25 veces. Y ¿por qué? pues porque hemos estado muchos años expuestos a un determinado modelo educativo. Hay cosas que nos han servido y cosas que querríamos erradicar, pero que curiosamente nos persiguen y nos hacen cometer una y otra vez los mismos errores que nuestros padres, con muy buena intención, cometieron con nosotros.
Por ejemplo: perder el control, gritar, castigar, decir cosas terribles, chantaje emocional, comparar hermanos…
Y no lo podemos evitar. Decirte que no lo hagas no va servir de nada porque el cerebro no hace caso a ese tipo de demanda. Pero sí podemos hacer algo diferente. Por ejemplo, pedir perdón si nos equivocamos o nos hemos pasado. O comentar nustra inquietud. Yo lo he hecho con mi hijo. Tengo la tendenecia materna de ser muy pesadita con segun qué cosas, por ejemplo, estar detrás de que coma más, o sugerirle que se vista así o asá … tiene 17 años y ya no necesita esos consejos gratuitos que son más una crítica que un consejo. Yo le conté a mi hijo que esa pesadez es innata, que la he heredado de mi madre, que son buenas intenciones pero que entiendo que le molesten porque a mí también me molestan de mi propia madre, así es que tenemos un trato y cuando pasa, él me dice “ojo mamá, que te sale la abuela que llevas dentro”. Yo lo reconozco, nos reímos y se acabó el problema. A veces puede abusar de la coletilla pero son las menos. Esta estrategia me ha sido muy útil, os la recomiendo.
¿Qué se te ocurre que puedes introducir tu en tus errores?
#ungestocambiatuvida
