EL «QUEME» DE LA CRIANZA

Para no «quemarse» en la crianza de los hijos, hay que compartirla

Otra de las causas de conflicto en la pareja tiene que ver con la crianza de los hijos.

Muchas veces no se habla lo suficiente de ello antes de decidir crear una familia y luego resulta que los estilos educativos son muy diferentes y por tanto, causa de desacuerdos profundos.

Cada uno quiere educar a los hijos a su manera. O bien tal y como le educaron a él o bien se intenta hacer todo lo contrario. El caso es que como no tengáis la misma idea, mal rollo.

Otra causa de conflicto es cuando uno de los progenitores es el que más se dedica a la crianza. Para él o ella la vida se convierte en el día de la marmota, ya que es siempre igual: hacer desayunos, llevar al cole, comidas, compras, deberes, baño, cenas, cuento y al día siguiente otra vez igual. Eso por no hablar de su peli favorita que ves una y otra vez (yo aún recuerdo las ganas que tenía de estrangular a los “Teletubis” o al histriónico Bob Esponja)

Y es que eso hay que compartirlo. Que sí, que es maravilloso educar y ver cómo aprenden día a día, pero absorbe tanto que corres el peligro de olvidarte de tu persona, lo que te va a llevar a un estado de ansiedad e incluso depresión.

No, olvidarse de ti no es buen rollo. Además de madre o padre, eres amiga, pareja, mujer, hombre, trans, lo que te de la real gana. Todo debe tener su espacio y su tiempo, por eso es necesario compartir las responsabilidades de la crianza.

Tener en cuenta que, si os olvidáis del subsistema pareja en favor del subsistema parental, llegará un momento en el que no os conozcáis porque os habéis perdido parte de la evolución del otro. Pero si encima te olvidas de tu propia persona, de tus aficiones, tus sueños, tus hobbies, tu tiempo…entonces llegará sí o sí un momento de crisis personal importante.

#ungestocambiatuvida    

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