Estaba leyendo un artículo de Borja Vilaseca en Linkedin que me llamó la atención por los térmicos: feelfrenianos vs carcelianos. Borja explica que las personas nos dividimos en dos tipos según cómo entendemos y vivimos las relaciones humanas: carcelianos y feelfreenianos. Los primeros construyen relaciones limitantes, conflictivas e insatisfactorias. Son mayoría (vaya por Dios). Los feelfrenianos, sin embargo, crean relaciones libres y respetuosas.
Para ser feelfreniano tienes que estar convencido de que la felicidad no viene de fuera, sino de tí mismo. Además, no debes darle el poder a nadie para que te haga sentir mal, tienes que ser responsable de tus emociones y no culpar a los demás de lo que sientes tu. Además, debes aprender a no pedirle a los demás lo que tu creesque deben hacer, o lo que tú harías, deber ser flexible y altruista. Debes querer a los demás por lo que son, no por cómo se comportan contigo. Por supuesto, debes ser auténtico, nada de falsedades ni de postureos hipócritas. Que no te importe lo que piense la gente. Además, debes disfrutar de tu soledad y solo compartir tu tiempo con personas con las que creas relaciones profundas, no superficiales.
Bueno, en definitiva, que el carcelario crea relaciones infantiles y esclavas y el feelfreeniano libres y maduras.
Y digo yo… ¿cuánto tendré yo de carcelaria y de feelfreniana? ¿Y tu?
#ungestocambiatuvida
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