Todas las parejas pelean, pasan por crisis, por momentos mejores y peores… Algunas duran y duran y otras rompen. Una de las causas de ruptura más común son las discusiones. Es crucial aprender a gestionarlas para que no terminen en una ruptura que se podría haber evitado.
No aspires a no tener discusiones, eso no va a ocurrir. Hay que aprender a debatir y negociar.
Lo que pasa es que la misma situación la vivimos de forma diferente unos y otros. Como yo digo (y el Constructivismo también), la realidad no existe, la crea cada uno desde su punto de vista. Entonces, PRIMER CONSEJO: no te empeñes en que la otra persona lo vea como tú, y sobre todo no te empeñes en que la otra persona lo «sienta» como tu. Tener en cuenta que detrás de toda discusión hay un componente emocional que a veces no sabemos ver.
SEGUNDO CONSEJO: evitar los reproches. No sé cómo, pero de un «pásame la sal» se pasa a la vez aquélla que me fallaste cuando te pedí que hicieras algo por mí… Reprochar cosas del pasado lo único que hará es que entremos en un bucle en el que, sin darnos cuenta, ya solo hagamos daño porque estamos heridos, y entonces, ¿qué hacemos? contestamos atacando. Este punto es peligroso porque prácticamente ya no escuchamos lo que dice el otro, solamente pensamos en lo siguiente que vamos a decir nosotros. Y claro, se llega a un límite en el que ya pensamos que nomerece la pena estar así.
TERCER CONSEJO: no discutas cuando estás muy enfadado o enfadada. Es mejor alejarse un momento, respirar y luego ta retomarlo. Pero no alejarse justo en medio de una discusión, sino antes. Puedes decir: «uf, siento que me he enfadado mucho, mejor respiro un rato y luego lo hablamos con tranquilidad».
CUARTO CONSEJO: se trata de no juzgar al otro, escuchar atentamente e intentar comprender sin interrumpir. Para ello yo tengo un método infalible: https://estherclaver.com/2019/03/18/entrenamiento-en-comunicacion-tutorial/
Venga, a practicar.
#ungestocambiatuvida
