(mira el vdo al final)
Así empiezan algunas de las conversaciones entre adolescentes. Me lo cuenta una chica de 14 añicos en una sesión donde me explica sus dificultades para entender qué pasa a su alrededor entre sus iguales.
Y no es que no entienda que algunas de sus amigas estén haciendo el tonto con el alcohol y el tabaco (y/o los porretes), eso lo entiende. Lo que no termina de entender es la diferencia entre los que les encanta publicar a voces que lo hacen y los que no.
Ella comprende que los que no lo publican (tiene una amigueta en ese caso), es porque tienen problemas y encuentran en las drogas ese descanso que necesita su cerebro que no para de sentir cosas malas. Pero no se sienten orgullosos ni de sus problemas ni de esa forma de afrontarlos. Eso lo entiende.
También entiende a aquéllos que lo hacen y lo publican. Su interpretación (con la que estoy de acuerdo) es que necesitan mostrarle al mundo que “son mayores” porque hacen “cosas de mayores”, que tienen muchos amigos que hacen lo mismo y que se lo pasan de rechupete haciéndolo, aunque terminen vomitando. De hecho, lo de vomitar parece que es un valor añadido. Lo ve una estupidez, pero vaya, lo entiende.
(Yo entretanto me doy cuenta de que esta chica es muy inteligente)
A los que no acaba de entender es a esos que lo publican pero… ¡es mentira!. Me pregunta “¿qué lleva a alguien a decir que se droga cuando no lo hace? “
Y allí empezamos a hablar de la importancia de aparentar lo que no se es. Y es que los juerguistas son “los guays” porque salen y tienen muchos amigos, porque son valientes y consumen drogas aunque les perjudique.
El término “postureo” adquiere su más amplio sentido en este contexto donde el aparentar algo que no se es va más allá de un simple “selfie” tuneado para mostrarte más guapo o guapa.
Y entonces le cuento que todo esto tiene que ver con una tarea ineludible en la vida: el crearse una identidad. Es en la adolescencia cuando toca hacer esto. Unos lo hacen a través de la introspección (quién soy, qué me gusta, a dónde voy y de dónde vengo), como ella; y otros a través de lo que ven reflejado de sí mismos en los demás. Necesitan encontrar similitudes, cosas que les ayuden a identificarse con otros.
Le cuento que esto es como la diferencia entre un examen de respuesta abierta y uno de tipo test. A ti, le digo, te ha tocado hacer el de respuesta abierta a la pregunta de “quién eres”. Ahí no te toca otra que tirar de tus experiencias, de recursos externos…. A esa amiga que no entiendes qué hace postureando de esa manera, le ha tocado el tipo test, por lo que su capacidad de respuesta se limita al “descarte”.
Lo entiende.
Menos mal.
#ungestocambiatuvida