En mis clases de la Universidad, hablo del Ciclo Evolutivo de la Familia y, entre otras cosas, de cómo influye en la personalidad el hecho de haber nacido el primero, segundo, tercero, ser hijo único.
A ver, no es nada “mágico”, es normal que haya diferencias. Los mayores pueden ser o más responsables (porque se les ha inculcado aquello de “eres el mayor”), o más irresponsables porque ha “pagado la novatada” de unos padres primerizos, por celos de sus hermanos pequeños… Los hijos únicos son más “mimados”, claro, pues porque han recibido atención única y no se han acostumbrado a compartir. Pero un “hijo único” con primos con los que tiene contacto, o que vive en el medio rural, donde el contacto con otros niños es más frecuente, no es igual que otro que solo tiene adultos alrededor…y aún así, dependerá de la propia vivencia en el medio rural o de los adultos en concreto que le rodeen.
Quiero decir, que no atribuyamos la personalidad de los individuos a causas ajenas a las propias interacciones y procesos de aprendizaje de cada familia.
Nuestra personalidad depende de múltiples factores y ser el primero o el último o solo, influye en la medida que te posiciona en tus relaciones con los demás, pero en tu sistema relacional concreto, no sirve tu caso para los demás.
#ungestocambiatuvida