¿Te precupa no cobrar la nómina a fin de mes? ¿Las consecuencias el cambio climático?¿la cantidad de aceite de palma que tiene lo que comes?
Vivimos en un contínuo “y si…” porque la vida es incertidumbre. El problema es cuando se nos va demasiado la mente hacia esos pensamientos, ya que podemos llegar a paralizarnos de miedo. Terminamos teniendo una sensación como de “desastre”, de fatalismo inevitable que no nos deja disfrutar de lo que está funcionando bien.
Además, parece ser que nos preocupamos sin razón, porque hay estudios que indican que la mayoría de las cosas que nos preocupan no se van a cumplir. Es la ansiedad la que nos hace darle vueltas y rumiar esas fatalidades, pero en realidad, si nos damos cuenta, el tiempo pasa y la mayoría de esas cosas, no pasan.
Tener en cuenta que la mitad de las cosas que nos preocupan, no va a ocurrir y la otra mitad se divide entre lo que está en el pasado y por tanto no podemos cambiar, lo que es absurdo y un pequeño porcentaje son preocupaciones legítimas a las que sí debemos prestar atención porque podemos hacer algo sobre ellas.
Un consejo: para que tus preocupaciones no te abrumen, dedica un tiempo al día a ellas, pero solo ese momento y nunca por la noche, porque si no, no dormirás, claro.
#ungestocambiatuvida