Os cuento un caso: pareja con una niña de 5 años. Tienen una segunda hija. Todo va bien y de repente la niña empieza a tener celos, a mostrar conductas disruptivas, a no querer irse a dormir, a protestar porque a su hermanita se la trata “mejor” que a ella… ¿Por qué?
Veamos. Primero hay que saber qué costumbres ha habido hasta ahora en casa. En este caso resulta que como la primera niña fue primeriza, los padres tenían tanto miedo y la querían cuidar tanto que la dejaron dormir con ellos hasta los 7 años. Resulta que cuando la pequeña ya empezó a caminar sola, pues decidieron que debían dormir las dos solitas en su habitación.
¿Qué ha pasado? Pues primero, que la primera niña está justo en la etapa del egocentrismo cuando nace su hermana. Eso en principio hubiese sido un problema, pero como seguía durmiendo con sus padres… pues fue capeando el temporal. Pero claro, con 7 años ya la “echan” de allí, se supone que ya ha superado madurativamente la etapa del egocentrismo y por tanto es capaz de ver otros puntos de vista y no creer que todo gira entorno a ella. Pero de repente le piden una responsabilidad que ella no puede asumir: dormir con su hermana. Ha pasado de ser la pequeña a cuidar a ser la mayor que ha de cuidar. Y no está preparada para eso.
¿Qué hacer? Poner a la primera en el momento evolutivo que le corresponde. Ha de dormir sola, pero va a necesitar ayuda, así es que acompañarla en su cuarto contándole un cuento hasta que se quede dormida. Y meter a la pequeña en ese juego para que quede claro que son iguales tengan la edad que tengan, que ambas vana a tener el cuidado de los adultos. Y así mucho tiempo y sin excepciones. Muchos padres dicen “eso ya lo hemos hecho y no funciona”. Y no lo dudo, pero es que ha de funcionar, la cosa es que cada niño necesita su tiempo. No debe haber excepciones hasta que ella se quede dormida sola.
#ungestocambiatuvida