¿Tienes éxito en muchas facetas de tu vida y sin embargo piensas que no se debe a mérito tuyo, sino a la suerte o al apoyo de otros?
Mmmm pues puede que tengas lo que se llama el “síndrome del impostor”. Parece que 7 de cada 10 personas lo han sufrido alguna vez.
Y se sufre mucho porque estás como con una “espada de Damocles” sobre ti pensando que cualquier día tu suerte cambiará y todo se irá al garete. Y todo porque eres un fraude y en realidad no estás a la altura.
Y esto pasa por varias razones, entre las que yo destacaría el tema de las expectativas en la familia durante la infancia. Si has tenido un hermano o hermana “con éxito” y a ti te ha tocado ser la “oveja negra”, o has tenido padres o madres exigentes y exitosos que te hacen sentir el listón tan alto que llevas toda la vida teniendo la sensación de que será imposible para ti.
¿Qué tienes que hacer si lo tienes? Pues empezar por no poner excusas cada vez que algo te sale bien. Date las gracias a ti, a tu esfuerzo, a estar donde tienes que estar y acostúmbrate a no justificar ante los demás tus éxitos.