El colecho se practica cada vez más porque es sabido que beneficia al bebé. Sobre todo en los primeros meses. Pero ha de hacerse con unas medidas mínimas de seguridad, como son tener un colchón firme, no demasiado blando, sin ropas con cintas o accesorios en donde se pueda liar el bebé. También es necesario que padre y madre estén sanos. Es desaconsejable practicar colecho con padres y/o madres fumadores.
Si estáis todos cómodos, se puede practicar hasta los 5 años aproximadamente. Luego, el niño o niña se debería ir a su habitación por iniciativa propia. Si no es así, y estáis convencidos de que lo mejor es que duerma ya en su cuarto, se puede hacer poco a poco. Primero estáis con el o ella en vuestra cama, leéis el cuento y le acompañáis a la suya, luego ya se lee el cuento en la suya directamente, esperando a que se duerma y luego ya no hace falta esperar, puede quedarse despierto y dormirse en soledad.
Hay que tener especial atención a los terrores nocturnos (entre los 4 y los 10 años, aunque pueden darse antes). Los terrores nocturnos no son un sueño sino una reacción repentina de temor que ocurre durante la transición de una fase del sueño a otra. Suelen ocurrir entre 2 o 3 horas después de que el niño se duerme. Por lo general, esta transición ocurre sin problemas. Pero en algunos casos, los niños se alarman y se asustan, y esta reacción de miedo es un terror nocturno. Aquí hay que ser comprensivo y acompañarles. Lo mejor es ir a su habitación y tranquilizarles porque si estamos en fase de extinción del colecho, el dejarles venir a la cama de nuevo puede ser un paso atrás. Si ya dormía en soledad sin problemas, no pasa nada por dejarle venir a la cama si tiene una pesadilla o un terror nocturno.
#ungestocambiatuvida