Me hago eco de lo que mi compañera Patricia Tisner nos pide en una de sus entradas del Facebook y analizo el tema.
David Robson (2020), analiza en un artículo de la BBC News, a través de algunas investigaciones, el hecho de el miedo nos lleva a ser más conformistas. Y no solo eso, parece que nos volvemos como más estrictos a la hora de valorar la inmigración o la igualdad sexual. El miedo, en este caso al contagio, pueda hacer incluso que cambiemos nuestras tendencias políticas.
Y debe ser así, dados los últimos acontecimientos en EEUU respecto al racismo, por ejemplo, que no han dejado títere con cabeza (pobres “conguitos”, con lo majos que son ellos).
Ojo, que no es broma. Las predicciones dicen que habrá cambios sociales y psicológicos profundos.
El autor habla de un concepto clave: el sistema inmunológico conductual. Se trata de un conjunto de respuestas psicológicas inconscientes que actúan como defensa para reducir el contacto con posibles patógenos. Por ejemplo: el sentido del gusto. Está ahí, entre otras cosas, para evitar que comamos algo en mal estado. Además, parece que tendemos a recordar mejor aquello que nos ha producido asco, lo que nos protege ante posibles riesgos.
Este sistema también regula las interacciones sociales, lo que permite que nos distanciemos socialmente si percibimos peligro. Pero esa percepción a veces no tiene sentido porque puede estar basándose en información irrelevante pero igual nos hace tomar decisiones morales y opiniones que ni siquiera tienen nada que ver con la amenaza percibida (Maner, J. K., DeWall, C. N., Baumeister, R. F., & Schaller, M., 2007)
Y lo curioso es que nos volvemos más respetuosos con las convenciones, más conformistas. El pensamiento libre, innovador o creativo se infravalora cuando nos sentimos amenazados por un contagio. ¿Podría esto influir en nuestra tendencia al voto? (Aarøe, L., Petersen, M. B., & Arceneaux, K., 2017)
Otra cosa que pasa es que cuando tememos enfermar, nos volvemos jueces del comportamiento del otro (de ahí la figura emergente del “vigilante de balcón” durante la cuarentena). Pero incluso en cosas que nada tienen que ver con las conductas recomendables para evitar el contagio. Por ejemplo, hay estudios que han demostrado que se juzga más duramente una infidelidad o incluso ser menos tolerante con la diversidad sexual.
Para colmo, nos volvemos menos sociables, porque ante la amenaza de contagio parece que tendemos a crearnos peores primeras impresiones ante personas que acabamos de conocer. Mal rollo para el Tinder. Y fuera de bromas, mal rollo para el aumento de la xenofobia.
Entonces, deberíamos preguntarnos si nuestros pensamientos y juicios son el resultado de un razonamiento realista o si están influenciados por esta respuesta filogenética de nuestro cerebro. Merece la pena planteárselo.
#ungestocambiatuvida
estherclaver.com
Referencias:
Aarøe, L., Petersen, M. B., & Arceneaux, K. (2017). The behavioral immune system shapes political intuitions: Why and how individual differences in disgust sensitivity underlie opposition to immigration. The American Political Science Review, 111(2), 277.
Maner, J. K., DeWall, C. N., Baumeister, R. F., & Schaller, M. (2007). Does social exclusion motivate interpersonal reconnection? Resolving the» porcupine problem.». Journal of personality and social psychology, 92(1), 42.
Robson, D (2020). Coronavirus: cómo el miedo a la enfermedad covid-19 está cambiando nuestra psicología. Extraído de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52191660