SUPERA EL SENTIMIENTO DE CULPA

El sentimiento de culpabilidad deriva de la culpa como emoción. Reside en el sistema límbico y lo que provoca son pensamientos muy dañinos para la persona que la padece. Para saber qué hacer con ello, te voy a contar un caso:

Mujer, separada con 3 hijos, se enamora perdidamente de alguien que vive en otra comunidad autónoma y decide irse con él. La cosa va bien, pero surgen problemas con sus hijos adolescentes que deciden o independizarse o irse a vivir con otros familiares. Eso hace mella en el estado de ánimo de esta madre que dice echar de menos a sus hijos. Su pareja lo entiende y le apoya, pero ella empieza a presentar conductas de celos, tristeza, ansiedad… empieza a haber peleas en la pareja con cruce de reproches. Ella se siente sola, él harto de broncas. Ella se siente culpable. Él no sabe bien qué hacer, así es que empieza a ocultarle cosas que sabe que le pueden molestar, y tratándole  como a una niña, diciéndole continuamente lo que tiene que hacer y criticando lo que hace, lo que empeora el sentimiento de culpa de ella, que cada vez se hunde más en una sensación de vacío y soledad que nunca antes había sentido. Busca respuestas en la conducta de él, por lo que la convivencia se desarrolla entre broncas, gritos y lloros.

Independientemente de cómo acabe esta pareja (todavía estamos en ello), me gustaría hablar en esta pildorilla del sentimiento de culpa.

Para mí la culpa es una de las emociones más destructivas que hay. Te va minando poco a poco y arrasa con todo: con tu autoestima, tus relaciones, tu vida.

Para librarte de esa emoción se pueden hacer muchas cosas. Pero empezaré por decirte lo que NO has de hacer: huir de ella. Si has cometido un error, pues lo has cometido. No intentes convencerte a ti mismo o misma de que en realidad no eres culpable, porque si lo eres, lo eres. La mamá del ejemplo dejó que sus hijos se fueran, sí, y eso les ha traído cosas buenas y malas. Culpable. Pero ¿qué hubiera pasado si no se hubieran ido? Nunca lo sabremos, pero podría haber sido peor, es una posibilidad, ¿no? Pues adiós culpa y bienvenida a la vida que a veces te pone en encrucijadas que has de resolver con los datos con los que cuentas en ese momento. Culpa no, responsabilidad.

Otra cosa que NO has de hacer es intentar quitarte la culpa tú para dársela a otro. Volviendo al ejemplo, de nada le sirve a esta madre, echarle la culpa a su pareja de que sus hijos no se encontraran a gusto en su casa. La adolescencia es una edad complicada donde la visión de lo que está bien o mal se pasa por un tamiz muy fino y con criterios basados en su corta experiencia vital. Dejar que asuman las consecuencias de sus decisiones es siempre la mejor opción, dejando abierta la puerta de vuelta atrás para que puedan rectificar. Fuera culpas, bienvenida responsabilidad.

Lo que sí puedes hacer es asumir tu RESPONSABILIDAD (no tu culpa), hablarlo abiertamente con los tuyos y plantear tu vida a partir de allí. Necesitas un plan.

Aquí te dejo algún consejo más para ayudarte a dominar esos pensamientos recurrentes que la culpa te pone delante a todas horas: https://estherclaver.com/?s=rumiaciones&orderby=date&order=DESC&post_type=post%2Cpage%2Cattachment%2Cportfolio%2Cquiz

Aquí explico otro caso donde la culpa forma parte del juego relacional en una pareja:

#ungestocambiatuvida

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