(mira el vdo abajo)
Os he contado alguna vez la hipótesis del feedback facial? si, se trata de un experimento que replico en mis clases de la Uni para demostrar la importancia que tiene en nuestra emociones las expresiones corporales que adoptamos.
Es una cuestión tan importante para nosotros (quizá por eso nos gusten tanto los espejos) como para los demás. La sonrisa, por ejemplo, muestra a los demás, entre otras cosas, que estás dispuesto a conectar, que eres amigable y no hostil.
El otro día una madre me contaba extrañada que su hija de 7 años no es capaz de recordar los nombres de sus compañeros de clase este curso que ha cambiado de cole. Dice que normalmente los conoce todos.
Yo creo que no hemos caído, pero esa parte de “quiero conectar” que nos quita la mascarilla, de repente ha desaparecido de entornos donde es altamente necesaria.
Me pasa en consulta también. Las personas que me piden cita, a veces prefieren que sea de forma presencial porque creen que se conecta mejor que tras una pantalla. Pero no. A mí me resulta muy difícil hacer terapia sin ver la cara. Me pierdo una cantidad de información esencial para mi trabajo. Me dice mucho más una expresión facial que el contenido de lo que dices. Por eso es mejor por videollamada. Y yo, en mis intervenciones, necesito expresarme con todo mi ser. La mascarilla me lo impide.
No sé si sería mejor quitar mascarillas en los coles. Lo que sí sé es que se podría hacer de otra manera. Pero eso ya os lo he contado en otras pildorillas.
#ungestocambiatuvida