DEJA DE DARTE TOZOLONES

Si no puede ser, no puede ser.

A ver, si no puede ser, no puede ser. Fácil.

Veo cada día personas aferradas a proyectos vitales que no consiguen. Amores imposibles, trabajos inalcanzables, metas que no van a alcanzar jamás, por mucho que piensen que “querer es poder”.

Como se han creído eso de que si lo intentas una y otra vez lo consigues, pues ahí están, erre que erre, vuelta la mula al trigo, dándose cabezazos (tozolones, que decimos en Aragón) contra un muro que seguramente no van a derrumbar jamás.

¿Por qué ocurre esto? Por una cuestión muy sencilla: no has elegido bien. Hijos que hacen estudios porque se los imponen desde casa, parejas que tragan y tragan “por los hijos”, empleados que buscan ese ascenso sin tener aptitudes para ello, personas que quieren entrar en una talla en la que no cabrán a menos que pongan en peligro su salud, opositores que lo intentan un año tras otro sabiendo que el resultado de su esfuerzo es tan solo tener una seguridad económica pero una vida gris…

Si no estás en la vía adecuada, ya puedes avanzar, ya, que no vas a llegar a donde querías.

Cuando ya te has dado un par de tozolones… háztelo mirar. Revisa tus metas y tus prioridades.

Si te convences a ti mismo/a de que esa es la única opción que tienes, pues corres el riesgo de perder tu vida en el intento porque te cierras a otras opciones.

Yo te recomiendo que, para toda meta en la vida, te plantees un “plan B” por si no sale. Si esa persona que te mola no te hace caso, intenta conocer otras personas, quizá te lleves una sorpresa.

¿Cómo? Pues evitando esos pensamientos intrusos del tipo “nunca lo conseguiré” “si no es ella, no es nadie”, “nadie me va a querer jamás” “soy un fracasado”…

En resumen: para cada meta, antes cerciorarte de que está en tus posibilidades. Y aun así, un par de planes alternativos, por si acaso.

#ungestocambiatuvida  

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