Una de las prescripciones que suelo hacer en la terapia con personas emocionalmente afectadas, es la de bailar.
¿Por qué? Porque la música y el baile hacen que el cerebro segregue endorfinas, que son una de las hormonas de la felicidad. Ya sé que uno cuando está depre lo último que quiere es bailar, no le apetece escuchar música y a veces lo de moverse se hace muy cuesta arriba.
Pero superada esa primera fase, en cuanto empiezan a hacerlo, ya no pueden dejarlo.
Hoy, por casualidad, me he encontrado con un estudio que hace una revisión de 1262 artículos sobre investigaciones relacionadas con los beneficios de la danza. Y concluyen que, aunque no es algo que haya sido muy estudiado, lo que parece es que, en efecto, la danza es muy beneficiosa ya que mejora los “estados de ánimo (depresión, niveles de energía, stress, ansiedad, angustia, preocupación), relaciones sociales y con los padres, autoestima, emociones negativas, bienestar, salud autopercibida, confianza en sí mismo, autoimagen corporal y calidad de vida” (Padilla M., C. y Coterón L., J., 2013)
Algo muy curioso que los autores se encontraron como yo, buscando otra cosa, es que los videojuegos de baile parecen ser bastante beneficiosos también. Encontraron estudios que evidenciaban que los videojuegos activos mejoran la condición física y el rendimiento en ¡¡matemáticas!!
Creo que merece la pena pegarse unos bailes de vez en cuando.
Yo lo hago y me va bastante bien.
#ungestocambiatuvida