ANSIEDAD SOCIAL

Ansiedad social

Otra de las puñetas que nos ha dejado esta pandemia es que ahora eso de estar rodeados de gente, si antes no nos gustaba mucho, ahora lo odiamos directamente. Y si antes te gustaba, ahora te sientes culpable por ello.

Se llama ansiedad social y empieza por lo que acabo de decir, simple miedo o culpa, pero puede acabar muy malamente creándonos una verdadera fobia llamada agorafobia.

Empieza por una especie de timidez, de miedo a ser juzgado, a que te miren, inseguridad cuando estás con gente, vergüenza excesiva…luego pasas a evitar situaciones sociales, no vas a fiestas, ni sales de marcha, pones excusas para las comidas familiares o con amigos… y terminas por no salir ni a comprar el pan.

Si todavía estás en esa primera fase de empezar a evitar situaciones sociales, no pasa nada, tienes que ser consciente de ello y empezar pero ya a decir que sí a algunas cosas, a salir de compras, a invitar a amigos a casa o salir a cenar, etc.

Pero si estás ya en la fase que salir te produce una verdadera ansiedad, que tienes que volverte a casa corriendo porque te parece que te vas a desvanecer en medio de la calle, si el mero hecho de que se te acerquen te produce sudores fríos… ahí estás ya en peligro de caer en barrena, así es que pide ayuda.

Te puedo decir que de ansiedad no se muere nadie, aunque es un trastorno megamolesto que no le deseo a nadie. Yo también pasé por ataques de ansiedad y sé lo que digo. Te lo cuento aquí (al final del vídeo de ytb encontrarás enlace al vídeo donde te lo cuento).

Y se puede salir de eso sin que necesariamente tengas que terminar siendo un zombie drogado de psicotropos hasta las cejas.

Lo esencial es que sepas que has de enfrentarte a ello porque se trata de tu propio cerebro, no es una enfermedad ni un virus raro. La ansiedad hay que afrontarla de frente porque sabes que va a pasar. Es como una ola. Imagínate que estás en la playa, nadas hacia dentro y ves que viene la ola. No puedes salir corriendo porque te va a pillar sí o sí, así es que lo mejor es sumergirse y dejar que pase, porque pasa. Mientras, en el caso de la ansiedad, no en el de la ola, has de respirar profunda y lentamente pensando en que “va a pasar”. Si puedes, respirar dentro de una bolsa de papel. Y ya de paso, aprende a respirar y añade rutinas de respiración a tu día a día. Así evitarás los molestos síntomas de la hiperventilación.

Y luego ya viene la parte más personal, que esa te la tengo que contar a ti, porque es solo tuya y no generalizable.

#ungestocambiatuvida

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