MIEDO AL FRACASO

Miedo a fracasar

El miedo es una emoción de las que llamamos “desagradables”, que no “negativas”, ya que todas las emociones son necesarias para nosotros. El miedo nos protege ante amenazas. Si no lo tuviéramos, cometeríamos muchas imprudencias. Pero si ese miedo se exacerba, puede llegar a limitar bastante nuestra vida.

Uno de los miedos más frecuentes es el miedo a que las cosas no salgan bien, miedo al fracaso. Desde el miedo a suspender una asignatura, pasando por el miedo al rechazo de tu pareja o el miedo a que te echen del curro…hasta la atiquifobia, que es ya la faceta fóbica del miedo al fracaso.

Es normal sentir miedo a que algo nos salga mal ya que anticipamos las consecuencias negativas de ese fracaso. El problema llega cuando, por evitar esas consecuencias, no nos movemos. Nuestro cerebro se bloquea, se llena de cortisol y no nos deja en paz, llegando a tener verdaderos ataques de pánico ante la más mínima posibilidad de que nos equivoquemos de calle cuando vamos a algún sitio, por ejemplo.

¿Qué hay que hacer para no llegar a esos extremos?

Pues lo primero, acostumbrarte a pensar en las consecuencias reales de un error. ¿Qué pasa si me equivoco de calle? Pues que tendré que avisar porque llego tarde. ¿Qué pasa si suspendo? Pues que me voy a septiembre…

Hay algo que siempre y en toda situación te ayudará: conocerte. Debes saber, de forma realista cuáles son tus fortalezas y cuáles tus debilidades y así minimizarás meterte en líos que te lleven a fracasar. Por ejemplo: si empiezas a hacer algún deporte, intenta empezar por la versión más fácil e ir aprendiendo poco a poco. No hagas como yo, que, por querer chulear con un amigo, me puse a correr con unas zapatillas no adecuadas y me lesioné el tendón de Aquiles.

Luego piensa que no todo fracaso es limitante y horrible. Hay fracasos necesarios para aprender, como cuando estudias un idioma o intentas hacer una postura de yoga.

No intentes predecir el futuro. Normalmente no podemos tener todo controlado, por lo que, si no depende de ti, es absurdo preocuparse en exceso.

Y si aún así no consigues quitarte de encima esa sensación de temor… consulta a un profesional. Yo, en un par de sesiones, te dejo en la senda de superarlo.

#ungestocambiatuvida

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