Cada vez veo más y más personas de todas las edades que tienen la autoestima por los suelos. Personas que no se atreven a hacer cosas porque piensan que no van a poder, o que se muestran serviles con los demás porque creen que son mejores que ellos o ellas. También están los que se hacen notar en exceso porque necesitan perentoriamente que se les reconozca.
En la mayoría de los casos tiene que ver con crianzas exigentes. Tener en cuenta que la autoestima se crea durante la infancia y la adolescencia y si has sido expuesto a numerosas críticas y altas exigencias, pues te has acostumbrado a verte como alguien incompleto o insuficiente.
Cuando una persona llega a la edad adulta con una baja autoestima, significa que durante la adolescencia no ha hecho un trabajo indispensable: darse cuenta de que tanto sus padres, como sus maestros o sus amigos no son dueños de la verdad. Ese es un acto cerebral que hay que hacer y se llama independencia emocional.
Y, como casi siempre, llegamos a que lo importante es conocerte a ti mismo o misma, saber quién eres, qué es lo que realmente te gusta, se te da bien, etc. Pero saberlo por ti mismo, no por lo que los demás opinen de ti.
Y eso pasa porque no te has parado a hacer ese ejercicio dirio de preguntarte qué sientes y piensas sobre todo lo que haces. En realidad ¿te gusta madrugar?, ¿te gusta salir tooodos los días al café con las mismas personas? ¿te gusta ir tooodos los domingos a comer a casa de tu madre? ¿te gusta cómo vistes? Etc.
Ojo, que con esto no quiero decir que rompas con todo y te hagas un Thelma y Luisse, no. Solo es para que te conozcas mejor. Y para que aprendas a aceptarte tal y como eres y cambies lo que de verdad merece la pena cambiar pero solo si es para ti, no para que los demás te acepten.
Ten en cuenta que sobre todo, lo que las personas valoramos en los demás en la autenticidad: https://youtu.be/Qo0XeVfvCGE
Si te haces un lío con esto, ya sabes, para eso estamos los que nos dedicamos a estudiar cómo funciona el cerebro.
#ungestocambiatuvida