Cada vez más gente está desencantada con eso de tener pareja. Al igual que hay personas que se definen como “asexuales”, es decir, que no les interesa el sexo ni lo más mínimo (sin estar enfermas, claro), pues hay los que deciden que su vida es muchísimo mejor sin la compañía permanente de otra persona. La pareja es innecesaria.
Ojo, que no significa que las personas que abrazan esta ideología se nieguen a tener relaciones en general, amistad e incluso amor. Pero lo que no quieren es la esclavitud que a veces supone estar enamorado.
Se niegan a aceptar que haya que sentirse amado o amada para poder ser feliz, a tener que amar en exclusividad a una sola persona, a la utopía del “amor verdadero” o el amor para toda la vida.
Sí que es verdad que evolucionamos hacia modelos sociales menos críticos con la “soltería” y menos temerosos de la “soledad” como opción vital.
Y creo que esa es la clave. La Agamia surge como consecuencia, no solo del desencanto con las relaciones en pareja, sino de modelos de convivencia menos exclusivistas, más individuales pero también más colectivos, ya que al vivir en soledad, te abres a múltiples posibilidades sociales, activistas o de ocio que, estando en pareja, ni te planteas.
El otro día vi un tiktok que me sorprendió. Era una chica que decidía, ella decía que para “empoderarse” ir sola al cine. Y lo retransmitió tipo documental, como si fuera Fran de la Jungla. Ignoro si era en tono irónico o parte de una terapia para resolver algún tipo de fobia.
Me hizo pensar en que aún en nuestra sociedad está como “mal visto” ver a una chica sola en cualquier situación colectiva. Pero vaya, eso es harina de otro costal.
#ungestocambiatuvida