PASAR DE UNA ETAPA EDUCATIVA A OTRA
El tránsito entre etapas educativas también es un factor a tener en cuenta en el tema del éxito escolar. Cambiar de Infantil a Primaria, de Primaria a Secundaria y de Secundaria a la Universidad, son etapas cruciales que hay que valorar. Hablando del tránsito de Infantil a Primaria, por ejemplo, algunos niños presentan dificultades en la comprensión de orientaciones y explicaciones, lo que requiere un mayor esfuerzo para mantenerse concentrados en las actividades y por tanto la pérdida de interés por las tareas escolares. Otros no se concentran lo suficiente, manifestándose intranquilidad motora, es decir, moviéndose con mucha frecuencia, lo que produce que quieran ir reiteradamente al baño o a beber agua. Ciertos niños, parece que involucionan en la adquisición de hábitos y habilidades y desean el juego a cada instante. Algunos muestran sudores, llanto, reclamo de apego con la madre o padre y/o maestra de infantil, acompañado de la negativa para cumplir la tarea docente. Hay casos en los que se producen alteraciones del sueño nocturno, resistiéndose a levantarse temprano para ir al colegio. Otros se inhiben hasta el punto de dormirse en el aula cuando el maestro no le da un enfoque lúdico a las tareas. También pueden presentarse conductas de inquietud, nerviosismo y frustración ante las exigencias del profesor. Incluso deseos de regresar al aula de Educación Infantil.
Es muy importante, por tanto, que los maestros tomen conciencia de que hay que hacer este cambio de una forma progresiva, con una continuidad lógica, para evitar que se produzcan cambios bruscos de una etapa a otra, garantizando así la educación como un proceso continuo. Por ello, Tamayo (2014), incide en que los profesores tengan unas pautas concretas de actuación, con el fin de que el alumno consiga adaptarse en el menor tiempo posible y con las mejores condiciones.