La adolescencia es una etapa, como sabemos, de cambios importantes, de “revolución hormonal”, de desarrollo cognitivo, de dudas e incertidumbres y de importantes desafíos. Es cuando se lucha por la independencia y la autonomía, por la emancipación emocional y sobre todo, por la IDENTIDAD.
Identidad entendida como “formar parte”, pertenercer y ser. La Identidad construye el autoconcepto, aumebla tu autoestima y te define en relación con los demás. Por eso es importante no interrumpir el proceso de su construcccion, para que los cimientos sean sólidos.
Una forma de interrumpir este proceso y generar problemas: la desconfirmación. Voy a intentar explicaros este complejo término acuñado, entre otros por el Doctor Linares a través de tres extractos de un capitulo de la serie Netflix Riverdale.
En el primer corte, una adolescente analiza el hecho de haber pillado a su madre besándose con un hombre mientras su padre está en la cártel.
No se juega con la identidad, en este caso el apellido cobró una especial importancia.
Otro ejemplo de desconfirmación es el que os muestro también en el video, donde un padre hace caso omiso a lo que su hijo le cuenta. Es la misma cara de la desconfirmación. El no existir, no es rechazo, es que no eres, no existes.
También os muestro otro corte donde se muestra un ejemplo de relación parentofilial confirmadora. Hay conflicto, pero no desconfirmación. El padre escucha atentamente e intenta entender lo que le dice su hijo, aunque no esté de acuerdo.
En resumen: somos y nos construimos a traves de los demas. Si no existes para las personas importantes de tu vida en un momento donde la identidad es crucial para tu desarrollo emocional, lo normal es que haya trastornos de diferente gravedad.
#ungestocambiatuvida