DOMINA A TU REPTIL

Por qué te pones a la defensiva

Estos días de tantas novedades en lo político, social y económico, somos testigos en las RRSS de ciertas actitudes, digamos “poco respetuosas” con las opiniones que se consideran diferentes. Es como si esa opinión que difiere de la tuya, te insultase.

Como decía Alaska en su famosísima canción, “mis circunstancias les insultan”.

¿Por qué y cómo se produce ese efecto? ¿por qué no le pasa a todo el mundo?

Yo creo que es una reacción poco filtrada de la parte primitiva de nuestro cerebro. Tenemos un cerebro reptiliano dentro que nos juega estas malas pasadas. Cuando vemos, oímos o leemos algo que no nos gusta, con lo que no estamos de acuerdo, ese reptil se pone a la defensiva porque lo interpreta como un ataque. Y de los ataques hay que defenderse.

Lo que pasa es que entre la sensación de alarma y la acción, debería interponerse otra parte más evolucionada de nuestro cerebro: la corteza prefrontal. Esas funciones ejecutivas que guían nuestros actos. Si no hace bien su función, el reptil saca sus fauces para defenderse de una amenaza que no es tal.

Y ahí llega e ataque: reproches, ironía, sarcasmo e incluso insultos y provocaciones. El estilo ya tiene que ver más con la hormona implicada, ya me entendéis.

La mala noticia es que esa actitud le hace más daño a la persona que la muestra que a la víctima que tan solo ve cómo se han interpretado como ataques sus ideas y no entiende nada. El “reptil” (para entendernos) queda al descubierto, evidencia un comprensible pero excesivo malestar y sobre todo, muestra una evidente incapacidad para afrontar y aceptar la diferencia de forma asertiva.

Y la buena es que esa tendencia a dejar a tu reptil a su bola es signo de que tu cerebro es capaz de generar recursos creativos ante potenciales problemas. Vaya, que tienes más capacidad innovadora. Aquí os dejo una interesante investigación al respecto: https://www.bbc.com/future/article/20160809-why-it-pays-to-be-grumpy-and-bad-tempered

Como véis, nada es bueno ni malo de forma rotunda.

Pero si tiendes a dejar que tu reptil campe a sus anchas, te recomiendo algo para que no sufras: cuida tu autoestima. Si tienes muy claro quién eres y te gustas, no necesitarás tanto la aceptación ajena y por tanto tu reptil hibernará tranquilamente y solo saldrá si de verdad es necesario.

Y para que no creas que te dejo a la deriva, aquí van algunos consejos que te ayudarán a buscar más la conexión con los demás:

#ungestocambiatuvida    

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