MALDITA ANSIEDAD

(mira el vdo abajo)

¿Son imaginaciones mías o hay más casos de ansiedad que nunca?

Pensamientos intrusivos sobre lo mal requetemal que estás, que te estás volviendo majareta, taquicardias, falta de aire, sensación de abismo…

Maaaal. La gente lo está pasando megamal. Porque la ansiedad es mal rollo. Se pasa realmente mal, doy fe, porque yo pasé los peores 6 meses de mi vida hasta que me la quité de encima. Fue hace muuucho. Y la superé. La buena noticia es que cuando aprendes a afrontarla, ya no vuelve. A mí me dío con 30 años. 20 años después, nunca jamás de los jamases me ha vuelto a molestar. Aprendí su proceso. Y de hecho le dedico mucho tiempo y esfuerzo profesional.

¿Te lo cuento?

Pues, una vez que la tienes identificada y sabes que es ansiedad, pues la cosa es fácil:

1.- De ansiedad no se muere nadie. No te mueres físicamente, pero si no te la quitas, entras en muerte cerebral. Solo vivirás para pasarlo lo mejor posible entre crisis y crisis. Poca broma. Eso es estar muerto en vida. O sea: nada de ansiolíticos ni somníferos, ni relajantes musculares ni mierdas de esas que tienen efecto, sí, pero te evitan la oportunidad de enseñarle a tu cerebro que aquí mandas tú y no él. A parte de los efectos secundarios para tu higadillo, que tienen tela.

2.- Algo obvio: respira. Hazte con unas cuantas bolsas de papel y déjalas en todas partes: en tu bolso, en el coche, en el cajón de tu escritorio, en la mesilla de noche… Y cuando te empiece el mal rollo, aplícatela a la boca y nariz y respira con la técnica 4/6/4: 4 segundos inspiras, seis retienes el aire y 4 espiras. Eso hace que tu nivel de CO2 en sangre se regule y evitas la hiperoxigenación, causa de la mayoría de los síntomas físicos de la ansiedad.

3.- Una condición imprescindible: echarle bemoles. Con perdón de la palabrota, pero así se me entiende seguro. Elige un “mantra” que repetir mientras respiras. Yo elegí “aquí mando yo”. Otras personas a las que he ayudado han elegido otros como “no me muero” o “esto pasa ya”, o, ojo al dato, “tengo que tomar una decisión”, y ahí va el siguiente punto:

4.- La mayoría de  las crisis de ansiedad, eso me lo enseñó mi gran amigo y mentor Jorge de Vega, vienen porque tienes una decisión pendiente que tomar. Un cambio personal, algo o alguien que te está esperando fuera, un paso adelante en tu ciclo evolutivo, un lastre que dejar atrás, un secreto que revelar… Párate a pensarlo. Coge un folio y pártelo en dos. En una parte pos “pros” y en otro “contras” de esa decisión pendiente. Elige y ponle fecha. Fin de la ansiedad.

Todo esto son generalidades que espero te ayuden, pero no olvides que cada persona es un universo propio, por lo que quizá no consigas nada con estos consejos.

Si es así, pide ayuda de un profesional de la psicología. La psiquiatría, no, no te drogues por esto.

#ungestocambiatuvida   

Música: Lose mi mind Músico: ASHUTOSH ( InShot)
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