Si tienes entre 10 y 18 años y te gustan las pantallas, esto te interesa.
Hay bastantes discusiones y conflictos con el tema de las pantallas en nuestros hogares. La pandemia parece que ha empeorado las cosas.
Uno de los problemas que veo es que padres e hijos no se ponen de acuerdo en cuál es la medida para saber si hay uso o abuso de pantallas. Sobre ese tipo de cosas, tengo toda una lista de reproducción en mi canal de youtube: https://youtube.com/playlist?list=PLL1Skk2KmIinYJdNiMrskXvS04ZvUyVqO
Normalmente le hablo a los padres y madres sobre este tipo de cosas, pero hoy me quiero dirigir a los chicos y chicas. Porque es que os veo perdidos, veo que no tenéis ni idea de cómo compaginar vuestra vida con el uso de las pantallas sin que vuestros padres se pongan de los nervios y os hagan la vida imposible.
Ahí van mis consejos:
1.- Tienes que salir de dudas. Si tu vida se convierte en un uso continuo de las pantallas, ya sea en videojuegos, o en redes sociales o internet de ocio… mal rollo. Si tus notas han bajado, mal rollo. Si dejas de ir con tus colegas por estar en casa viendo a Ebay, mal rollo… en fin, sentido común, tu saber perfectamente si te estás pasando o no, no hace falta que venga tu madre a decírtelo.
2.- Si ya estás con un enganche importante, pide ayuda o tu vida se va a convertir en algo muy feo, te lo aseguro.
3.- Si no es así y eres perfectamente capaz de saber cuáles son tus prioridades, ha llegado el momento de convencer a tus padres de que es así. Pero la forma de convencerles no es peleando, ni gritando ni apuntándote a burro. Lo que tienes que hacer es:
– Marcarte tus propias rutinas y no ir al tuntún. Antes de ponerte a jugar o a navegar, haz tus tareas (tanto las escolares como las de casa) sin que nadie te lo tenga que decir. Apúntatelas en una agenda, que el móvil tiene algo que se llama Google Calendar en el que puedes organizarte la vida de forma autónoma como la persona adulta que pretendes ser.
– Compartir con tus padres lo que ves y haces. Háblales de tu youtuber favorito, de ese videojuego que te fascina y de lo chachis que te están quedando las fotos en el insta. Así se darán cuenta de que no estás en una secta, de que el videojuego no es tan violento como lo pintan y de que tus fotos no muestran nada escandaloso sobre ti.
– Aprende algo constructivo a través de las pantallas para que tus padres vean que no son el enemigo. Invéntate un Kahoot para jugar en familia, muéstrales cómo has editado un video, tuneado una foto o colaborado en un documento compartido de Google. Eso les va a encantar a tus padres.
Hay más cosas, pero no me caben en una pildorilla.
Hazme caso en lo que te he dicho y tu vida cambiará. Prometido.
#ungestocambiatuvida