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LOS NIÑOS NOS DIRÁN CÓMO QUIEREN QUE SEA LA «ESCUELA POSTCOVID»

Franchesco Tonucci
LOS NIÑOS NOS DIRÁN CÓMO QUIEREN QUE SEA LA "ESCUELA POSTCOVID"

POR UNA BUENA ESCUELA EN TIEMPO DE CORONAVIRUS

SEMINARIO CON  FRANCESCO TONUCCI 25/04/20 (organizado por INTEGRATEK, a la que se agradece muchísimo que emitiera gratis este evento)

RESUMEN

No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis ha de  traer cambios, nos ofrece una oportunidad.

¿La escuela es adecuada frente a las exigencias sociales?

Es curioso que en esta excepcional situación, la escuela haya decidido no cambiar, seguir como está y solo cambiar el método de aprendizaje pero sigue con sus libros, resúmenes, fichas…

Sin embargo esta es una ocasión única para el cambio. Ya que a los niños (a la mayoría) no les gusta la escuela como está.

Tener buenos maestros debería ser un derecho, no una suerte.

Casi nunca la escuela da respuesta al artículo 29 de la Convención de los Derechos del Niño: desarrollar su personalidad y sus aptitudes hasta el máximo de sus capacidades. El objetivo de la educación  no es completar un “programa”, sino descubrir dentro de su personalidad, sus actitudes y ofrecerle los instrumentos para desarrollarlas hasta el máximo de sus posibilidades.

No olvidemos que el juego es importante. El juego ha de ser su principal ocupación. El Art. 31 de la Convención indica que  los niños tienen derecho al juego. El juego debería ser un deber. Pero es importante que no sean los videojuegos la única opción. Para descubrir opciones, la escuela puede invitar a los niños que les pidan a los abuelos que les cuenten juegos que hacían ellos en casa de pequeños y compartirlos con sus compañeros.

Otra cuestión importante es que los niños necesitan estar solos y tener autonomía. Debemos permitirles que se aíslen cuando lo necesiten, tener un rincón, un nido donde esconderse a ver un cuento, pintar….

Según el Art. 12 de la Convención los niños tienen derecho a expresar su opinión y ha de tenerse en cuenta su opinión. ¿Hemos escuchado a los niños? Los docentes y los padres han de escucharles y hacer que sus propuestas entren en la programación.

DEFINAMOS UNA “CASA LABORATORIO”:

Satisfacción por hacer cosas por sí mismos: eso mejora la autoestima. Las tareas propuestas son simples para hacer entre padres hijos y docentes, nadie se siente marginado ni excluido, no como las tareas curriculares de libro que son frustrantes para todos, mucho más para niños con dificultades.

La evaluación ha de basarse en comprobar si se han conseguido los resultados. Hemos de saber si estas actividades han servido para conocer a padres e hijos, sus aptitudes y potencialidades. Si los niños están satisfechos con sus logros…

Los niños deberían participar de la evaluación. También los padres y los maestros. Y no debería ser para castigar o premiar sino para proseguir e plan de desarrollo.

Si un alumno suspende, no es un suspenso del alumno, sino del profesor porque no ha conseguido su objetivo.

A Tonucci le gustaría que a partir de ahora estos cambios sean permanentes y la escuela sea más divertida y efectiva en su labor.

“Nuestro papel es descubrir cuál es su vocación y darle los instrumentos para conseguir el máximo de su potencial”.  

“Una formación no puede ser sentado en un pupitre. Y la formación del profesorado tampoco. Ni tampoco ahora en casa”.

A la pregunta de ¿cómo quieres que volvamos a la escuela? Responde Tonucci: “Hacer un esfuerzo de creatividad. Serán los niños los que nos mostrarán cómo se hace. Dejemos que cuando esto acabe y salgan a la calle, darles por supuesto  las normas de no tocarse ni acercarse y a ver cómo lo resuelven”.  A partir de la observación de sus respuestas, sabremos qué hacer.

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