QUE LA FUERZA TE ACOMPAÑE

Cómo hacer fuertes a nuestros hijos y alumnos

Está claro que algo les está pasando a niños y adolescentes tras esta pandemia. Hay más casos de ansiedad, depresión y aislamiento.

Y la puñeta es que esto no ha acabado. Una madre me decía el otro día que siente a su hijo como débil, sin recursos para tirar para adelante. Y se culpaba ella de haberle hecho así, por su sobreprotección, por evitarle sufrimientos. Y no le faltaba razón.

Qué podemos hacer para ayudarles a ser más fuertes. Pues varias cosas:

– Intentar que se responsabilicen de sus actos y que no tiendan a echar la culpa de los que les pasa siempre al exterior. Así evitaremos que tiendan a la autocompasión y que aprendan a hacer lo que puedan por evitar sentir pena de sí mismos. Por ejemplo, recordarles que si están tristes pueden hacer alguna actividad que estimule sus endorfinas como deporte, o bailar, o cantar…

– Ayudarles a reconocer sus emociones y expresarlas. Eso desde bien peques es un ejercicio obligatorio. Aquí os explico cómo funciona: TÉCNICAS PARA AFRONTAR PATALETAS – Esther Claver

– Introducir cambios en su vida de vez en cuando: nuevas actividades en grupos diferentes, viajes, campamentos… pensar que aprender a adaptarse a los cambios es una de las capacidades más útiles para afrontar las crisis de todo tipo. La forma de adaptarse al cambio es centrarse en lo que uno sí puede controlar, en vez de en lo que no. Por ejemplo: no puedes controlar quién va a ser tu nuevo grupo en el cole, pero sí cómo vas a vestir y con quién vas a hablar primero, por ejemplo.

– Entrenar su Inteligencia social. Que sepan moverse entre sus iguales de forma efectiva. Aquí os explico más: ¿ERES SOCIALMENTE INTELIGENTE? – Esther Claver

– Animarles a tomar riesgos, siempre con un análisis previo, claro. Si siempre les decimos lo que puede salir mal, hacemos personas cobardes e indecisas que se van a perder muchos trenes en la vida.

– Hacerles ver sus fortalezas, no solo las debilidades. A veces, en nuestro afán porque mejoren, tendemos a estar todo el día diciendo cómo pueden hacer mejor esto o aquello y solo cuando los vemos hundidos es cuando les decimos lo bueno que vemos en ellos. Acostúmbrate a decirle todos los días dos o tres cosas que hace bien.

– Enséñale a estar en soledad, a disfrutar de su tiempo consigo mismo. Desde los tres o cuatro añitos ya debemos animarles a jugar a solas y poco a poco enseñarles actividades que se pueden hacer en soledad como leer, jugar en la consola… a veces indirectamente les decimos que la soledad es mala, que hay que tener muchos amigos, y eso no es bueno.

Y antes de hacer todo esto, aplícatelo tú, ya verás como te será más fácil transmitírselo.

#ungestocambiatuvida

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